El hotel goza de una ubicación céntrica, entre Portofino y Rapallo, a sólo 100 metros del mar, en un entorno silencioso y apacible, que asegura un verdadero descanso en un ambiente lleno de encanto. El hotel ocupa un elegante edificio amueblado en colores cálidos y decorado con elegancia, con ventiladores chinos y un ascensor adornado con esculturas históricas y un secretaire del siglo diecinueve. Por la tarde puede relajarse en este escenario histórico y aprovechar su moderno equipamiento, que incluye un gimnasio y un área de spa con baño turco.